martes, 14 de agosto de 2012

Micrófono casero con lapices

Construye un micrófono casero con lápices: El micrófono de Edison


Fuente: VI Feria Madrid por la Ciencia

Dirigido a: ESO
Materiales
  • Cilindro de plástico de los carretes de fotos.
  • Barras de grafito, minas de lápiz o de portaminas.
  • Cables.
  • Altavoz.
  • Pila o fuente de alimentación de 12 V.
Introducción
La patente del teléfono electromagnético de Bell en 1876 iba a revolucionar la sociedad del momento,
aunque su transmisor electromagnético de membrana era poco sensible. Pero para eso estaba atento
el inventor de la época, Thomas Alva Edison, a quien en el mismo año se le ocurrió cómo mejorar ese
transmisor. El micrófono de grafito es un invento sencillo pero, tan eficaz que hasta mediados del
siglo XX era la base de los micrófonos de las orquestas.

Desarrollo
Cogemos el cilindro de plástico y ponemos las dos barras de grafito saliendo de él, en paralelo, y lo
conectamos a unos cables. Uno va a la fuente de alimentación, y el otro, al altavoz. Ponemos otro
cable altavoz-fuente. El cilindro se rellena de minas de lápiz, o al menos ponemos otra barra que cruce
con las dos anteriores y cierre el circuito.
El funcionamiento se basa en la variación de la resistencia del circuito transmisor mediante cambios de
presión. Las ondas sonoras que llegan a la barra o polvo de grafito producen una determinada presión
sobre este material. Al aumentar ésta, se aproximan las láminas de la estructura interna del grafito y la
resistencia al paso de la corriente disminuye, por lo que aumenta la intensidad a lo largo del circuito
según la ley de Ohm:

V = I · R
Las diferentes ondas producen diversos cambios de presión y, por tanto, cambios en la resistencia del
transmisor. La variación de intensidad es la reproducida en el altavoz.